Mi amado Señor, mi eterno Dios, te alabo y te glorifico, a ti todo el honor y toda la gloria,
En ti tengo puestas todas mis esperanzas, en ti confió, en ti espero y a ti te busco,
Tu mi Señor, no te cansas de levantarme, me tiendes tu mano santa, me cuidas y me proteges,
Gran y único Dios, gran dador de vida y Espíritu de gozo, alabado y bendecido por siempre.
(En este momento reflexionamos y hacemos un acto de conciencia, pidiendo perdón por nuestros pecados y haciendo un firme propósito de cambiar)