Al terminar el día, cuando aparentemente las fuerzas nos abandonan, debemos elevar el espíritu y el pensamiento para agradecer a Dios. Por cada uno de los latidos de nuestro corazón, por las penas, alegrías, disgustos y satisfacciones que nos deparo la jornada vivida.
No debemos olvidar las actitudes y acciones que hemos vivido durante el día y pedir perdón a Dios por aquellas que lo ofendieron o hirieron a nuestro prójimo. Pongamos en las manos de Dios nuestra vida.
Padre bueno ya voy a descansar y espero esta noche para alabarte con todo mi corazón y que de esa forma sepas que te necesito para todo. Gracias por el día lunes que me regalaste.
Señor bueno, te doy gracias por ser mi amigo. Gracias por hacerme sentir que soy cercano a Ti, que no soy tu esclavo ni tu sirviente, sino tu amigo.
Gracias, porque eso me hace sentir valioso y me llena de paz el corazón. Pero ahora, mientras todo comienza a silenciarse y todos se preparan a dormir, quiero pedirte que me des amigos como los del tullido, quiero que toques el corazón de aquellos que están cerca de mí, para que quieran llevarme siempre a tu presencia y no a lo que me destruye.
También quiero pedirte que me des la posibilidad de ser un buen amigo, que pueda ayudarlos a estar cerca de Ti. Bendice a todos los que son mis amigos y dales la seguridad de tu amor.
También, te pido que bendigas a los que no me quieren y buscan dañarme, hazle entender que ese no es el camino para mejorar y ser feliz. Gracias por todo lo bueno que voy a tener en el día de mañana, desde ya comienzo a disfrutarlo. Gracias María Milagrosa por cuidarme y llevarme a Jesús. Amén.
Muy buenas noches. Oramos juntos por los enfermos, los presos, las benditas almas del purgatorio. Frase: «Señor ayúdame a ser humilde». Feliz noche.
LilyLaEsotéricaDelAmor