El vinagre fue un remedio utilizado siempre para barrer con las cargas energéticas negativas.
El movimiento de limpieza se realizará de derecha a izquierda, empezando por los últimos ambientes de la casa y finalizando en la puerta. Hay que prestar especial atención a los rincones, sobre todo los oscuros y espacios que suelen permanecer cerrados, pues ahí es donde se concentran la mayor parte de las energías densas.
Las limpiezas con humo son de las más importantes y completas. Se complementan muy bien con la limpieza con vinagre.
Elementos necesarios: sahumador clásico de barro, cerámica, plata o bronce; carbones pequeños; hierbas a utilizar. En las santerías se suelen vender mezclas de hierbas adecuadas para limpieza de la casa. Las denominadas “mezclas de los 7 poderes” suelen ser buenas porque concentran varias a la vez. Las clásicas para limpiar son incienso y mirra. También se le puede agregar: enebro, romero, perejil, artemisa, ruda, etc.
Es recomendable hacerlo un día soleado por la mañana, durante la fase de la luna menguante (la recomendada para limpiezas físicas, psíquicas y del hogar).
Sahumar: Prender los carbones dentro del sahumador (cambiarán de color) y luego ir agregando la mezcla de hierbas de a poco a medida que se vaya consumiendo. Alejar de los ojos porque de inmediato despedirá un humo fuerte y blanco. Ir hacia la última habitación de la casa, la que se encuentre más lejos de la puerta y comenzar a pasar el humo por cada uno de los rincones, especialmente las esquinas, placares y si es posible, cajones que hayan sido abiertos previamente. Seguir por cada habitación y pasillos, siempre de adentro hacia afuera y de derecha a izquierda.
¡Atención! Si el humo cambia de color o de dirección repentinamente, es porque el lugar está especialmente cargado. Quedarse más tiempo ahí. En casos muy extremos las limpiezas pueden provocar nauseas en la persona que las está realizando, es importante protegerse antes con una oración o una técnica de “campana de cristal” e invocar la ayuda de guías o figuras protectoras.
Mantener abiertas puertas y ventanas durante todo el tiempo que dure la limpieza y sobre todo después. Lo último que se limpia son los bordes de la puerta y se saca intencionalmente la energía hacia afuera.
Acompaña las limpiezas 1 y 2. Antes o después de sahumar, se recomienda salpicar los zócalos y rincones con agua bendita para remover energías estancadas.
A la sal siempre se le atribuyeron propiedades de limpieza. Se utiliza en los círculos mágicos, en invocaciones y ritos tradicionales. Se la bendice en un plato y se echan puñados en el lugar especial en donde se sospeche la presencia de entidades extrañas y no deseadas instando a que se alejen del lugar. Realizar esto de día y con las ventanas abiertas.
En ventanas se pueden colgar llamadores de ángeles, son protectores. Para las puertas suelen venderse en casas esotéricas amuletos especiales, algunos con formas de estrellas de cinco puntas, otros con el símbolo del OM o el yin y yang. En antiguas culturas se utilizaban las herraduras colgadas para protección.
Si bien hay muchas plantas recomendadas para proteger la casa, vamos a ir a la más clásica: la ruda. Tiene infinitos usos en prácticas curativas, rituales y de purificación. Se recomienda tener dos rudas, una macho y una hembra en la entrada del hogar. La ruda macho debe ubicarse a la izquierda de la puerta y la hembra a la derecha. Filtrarán las energías negativas del exterior.
Es lo que se recomienda siempre para mantener una casa con vibraciones puras. Donde hay acumulación de objetos, muebles fijos desde hace muchos años, polvo y oscuridad es más probable que se presenten inconvenientes energéticos.