Necesitas:
– Incienso
– Manzanas rojas tantas como habitaciones tenga la casa
– Agua bendita
– Vela
Abre las ventanas de toda la casa. Coloca una varita de incienso en el corazón de las manzanas y deja una en cada habitación. Enciende las varitas de incienso y deja que se consuman. Una vez consumido el incienso de todas las manzanas, cierra las ventanas. A continuación, en la habitación donde tú duermes, enciende la vela, diciendo en voz alta estas palabras: “que la llama de esta vela guíe a la persona que tiene que venir a comprar esta casa, y que el fuego de la vela absorba las negatividades que puedan existir”
Repite estas palabras tres veces.
Después echas agua bendita, unas gotas por cada rincón de la casa diciendo: “que esta agua proteja la casa de todo mal y que atraiga sólo la suerte y la prosperidad”
Cuando la vela se haya consumido tienes que alejarla de la casa junto con las manzanas. El polvo que se haya quedado del incienso lo soplas para que se lo lleve el viento.